Lo estamos creando entre Marc Rodrigo y yo mismo. Hemos hablado mucho y ensayado menos. Lo hemos probado unas cuántas veces, no muchas. Todavía no sabemos bien-bien lo qué es y ahí está la gracia.
Más o menos va de dos hombres que deciden permanecer quietos en un mundo que cada vez va más rápido, en el que están obligados a moverse, aunque no sepan ni la dirección ni el sentido. En un mundo demasiado activo que se empeña en activarnos.
En Quietos explicamos anécdotas de nuestras vidas, practicamos el coaching, aunque no lo sabemos pronunciar, hablamos de los tópicos que nos llenan la boca, del cansancio de las palabras y de nuestro cansancio existencial. Reconocemos que somos un poco cara duras y que quizás no nos hemos esforzado lo suficiente. Citamos frases de otr@s. Bailamos.
Si nosotros nos hubiéramos quedado más quietos no hubiéramos tenido tantos problemas y suponemos que esto se puede extender a la humanidad.
Se trata de una actitud vital, de filosofía, de política., de poesía. De desactivar, de interrumpir, de sabotaje. Es algo simple. Unos que lo vieron dijeron que era humor serio. Es algo holístico que podría llegar a ser místico. Puede ser una performance. Es experimentación. Un proceso de liberación.